Esta es la historia de un hombre con una suerte enorme para conseguir oro. Las vetas más grandes de los ríos se le abrían y su batea nunca tenía que trabajar mucho para conseguir oro. ¡Tanto oro tenía que un día decidió orificar sus dientes! ¡Quería tener dientes de oro! Se orificó la dentadura toda. Como granos de maíz su sonrisa dorada era. Luego quiso más y comenzó a orificar su cuerpo. Se hizo entonces cubrir de oro los brazos, luego las piernas luego las manos y por último los pies. Su cara también era dorada como el sol. Feliz de sentirse parecido a lo que soñó de él mismo, se sentó sobre una piedra frente al río para que todos lo vieran. Luego de un tiempo de sentirse admirado y alabado decidió ir a caminar por el bosque, pero no pudo escuchar al río con tanto oro en su tímpano, quiso pasar la mano sobre la hierba, pero no podía sentir nada con el oro en sus dedos, quiso sentir la brisa, pero había perdido toda sensibilidad en la piel. De esta manera nunca más pudo volver a degustar, a oler, a besar, sentir la tierra en los pies o sentirse abrazado.

“Somos las montañas milenarias, los bosques enraizados en lo profundo, el puma valiente, el cóndor altivo, somos la Tierra misma” 

Moira Millán

“¿Cómo te llamas?, ¿De qué está hecho tu cuerpo?”

Weaving Realities Collective 

1. METANOIA. 

Somos finitos. Los recursos del planeta no son eternos, se recrean, reproducen y se comparten entre los seres vivos bajo principios de reciprocidad. Si extraemos inconmesurablemente, en lugar de compartir y redistribuir con justicia, la capacidad regenerativa de la naturaleza se ve limitada. El desarrollo mata. El extractivismo es violento. Las violencias ecoterritoriales se despliegan de la mano del mandato de conquista sobre cuerpos y territorios, es un mandato de muerte sobre la energía de la vida. Cambiar el corazón, la mente y el espíritu para vivir en reciprocida requiere un proceso de transformación profunda.

2. TRANSFORMANDO. Energía para vivir. 

La energía es la capacidad de un cuerpo, de “la materia”, para transformar. Pensar la energía más allá del patron de consumo fósil.  Materialmente el carbono hace posible la vida en el planeta. El carbono biótico, el que se encuentra presente en los organismos, no puede lavar o mitigar la contaminación de las corporaciones y empresas. Sus emisiones contaminantes y los impactos comunitarios, sobre el tejido de la vida, no pueden ser compensadas con la red de interrelaciones ecosistemicas que hacen posible la vida. La emisión de carbono fósil que causa el calentamiento global es sólo un eslabón en una cadena de consecuencias negativas producto de las actividades extractivistas depredadoras.  Ser autónomos.  Minar los acuerdos que causan dependencia y subordinación al biorrégimen fósil es urgente.  

3. HABITANDO. Mira. Sorpréndete.

Nuestra capacidad de asombro ha sido desmantelada en tiempo y calidad. Nos asombramos menos ante lo natural y naturalizamos lo que atenta contra la vida. Las imágenes de guerra, los contenidos futiles e impactantes deshumanizados de las redes sociales hoy median nuestro deseo. La crisis de la imaginación es frecuentemente una crisis de deseo. La crisis del deseo es frecuentemente una crisis de imaginación. Relacionalidad, “Para salir del capitalismo, terminar con extractivismos, racismos y autoritarismos, se necesitan acciones, simultáneas y multinivel, que rompan con la producción de no-relacionalidad característica de Occidente”

4. CULTIVANDO. Cosechando y reconstituyendo.

La monocultura avanza implacable sobre la (bio)diversidad. Esto genera ecológicamente: monocultivos, aplanamiento del paisaje, denutrición, enfermedades, medicalización de la vida, muerte de los suelos, pérdida de especies. Genera politicamente: autoritarismo y violencias ecoterritoriales. Socialmente: persecución a las diversidades en todo su amplio sentido.  Económicamente: dependencia tecnológica. Acelerar los ciclos naturales de la vida para controlarla, conquistarla, es avanzar a la muerte. Esto es un simil patriarcal de conquista sobre los cuerpos feminizados. Sembrar, cultivar y cosechar pero también dar tiempo a la regeneración y reparación de la vida, en un movimiento restaurador circular como espiral,  amplía nuestra posibilidad de vivir dignamente. 

5. BAILANDO. Mútiples ritmos. 

Reconocer el territorio como tejido en movimiento del que se es parte. La radicalidad consiste en moverse enraizandose. Las raices del mundo forman conexiones que son conocidas como rizomas y funcionan como reservas de nutrientes. Movamonos por esas conexiones delicadas, multiples, amorosas, complejas e invisibles a la modernidad. Descentrando, despatrarcalizando, desjerarquizando. Con ello dando espacio al pluriverso que expresa las multiples posibilidades de nuestros cuerpos-territorios interconectados. 

6. SINTIENDO. Somos seres espirituales. 

Terricidio es el nombre de “la agresión continua al orden cósmico”, es “esa forma de destruir la vida en todos sus modos”. El terricidio incluye así la destrucción de lo humano y lo más que humano. Sin territorios sagrados, sin espíritus, estamos incompletas.  Ello abarca además revertir la operación sistemática que sobre nuestra intuición ha realizado la mercantilización de la vida. ¿Con quíen armar el parachute para caer colectivamente en el abismo? ¿Con quienes construir un barco para atravesar la tormenta?. Intuir para reexistir. 

7. CIRCULANDO. Vive el tiempo no lineal. 

El desarrollo con su idea de que el planeta tiene infinitud de recursos y la idea de avance, progreso y desarrollo lineal,  especula que hay que desarrollarse para estar mejor. Esto es crecer económicamente, en una forma de economía que es insostenible pues los límites del planeta nos llaman a reflexión sobre nuestra soberbia consumista infinita. En el presente hay millones de humanos y más que humanos habitando un mundo otro. La idea de una sociedad del futuro viviendo en armonía con la naturaleza no es algo del futuro, ya existe. Sus ideas del tiempo, de economía, de las relaciones y comunidad no se nutren de esta idea de desarrollo lineal, habitan con lo que les es suficiente, y cuestionan con su reexistencia la idea de progreso lineal. 

8. COMPOSTANDO. Nada es desecho. 

El capitalismo y casi todos los otros sistemas políticos modernos, nos han hecho normalizar la indiferencia y con ello contribuir a la idea de que hay seres desechables. Nada se debe desechar, lo unico permanente es cambiar y transformar lo que tenemos. Estamos atravesando un momento de transición. Revalorizar y deconstruir. Resignificar nuestra relación con todo lo que consumimos y reproducimos material y espiritualmente. 

9. CUIDANDO. Lo común.

Somos seres inter y ecodependientes. Necesitamos cuidados. Combatir la epidemia de soledad que ha dejado la nueva normalidad pasa por recomponer lo común. Habitar en común requiere desplegar los saberes para cuidarnos. Los sistemas de cuidados son feminizados y debemos poder redistrubuirlos, valorarlos como el saber primigenio. Hacer de los cuidados una poética, cuyo efecto nos alcance para transformarlo todo. Hasta que no sea útopico, hacer de los cuidados el centro. 

10. DESORDENA TODO. Ahora, aquí.

Allí, donde te han dicho que no, allí, hay un repertorio de razones para decir que sí. Siembra donde te han dicho que no; baila cuando te han dicho que no; cuida,aunque te digan que no; cuestiona, cuestiona,  cuestiona el progreso. La incertidumbre y la compasión son bienvenidas. Ama